Faro del muelle de la Curra. Bahía del puerto de Cartagena.
Encerrada en una caja de resonancia
a salvo de la envidia y libre de chanzas
sin saber de corre ve y dile
no hay remora ni mata borde
henchida de risa húmeda en caricias
solo escuchas necedades
vanidades que caen cuando
rasgas sus cuerdas …
desafinan viejos titanes
caen mis lagrimas a raudales
En cueros me encuentro,
tras escuchar tu guitarra,
los acordes de tu cuerpo…,
se desviste un beso
cerca de tu puerto y, poco a poco
siento el fuego de tu aliento
me hablas desde algún lugar
aquí dentro más allá del tiempo
Buenísimo!!!!
Muchas gracias. Un abrazo.