Tiempo
La luna en la ventana, la pasma en las esquinas, silencio de estertores, se mueve la vida. Fatal tragicomedia, mordisco letal de bambalinas. No hay luna ni noche […]
La luna en la ventana, la pasma en las esquinas, silencio de estertores, se mueve la vida. Fatal tragicomedia, mordisco letal de bambalinas. No hay luna ni noche […]
A la orilla del silencio la secuencia de unas olas son mis días estas horas detenido está el reloj. A la hora del amor en silencio entre las
De ese río que es el hombre adicto a los latidos más humanos tiene sed el alma del poeta, que se enfanga en la vida y sus afluentes
Cuando pienso que ya nada es posible me sorprendo en mi plena construcción siempre hay gestos que llaman mi atención y me empujan a ser a más invisible.
Te perdí un mes de otoño y aunque tú me dejaste mucho antes, no fue hasta aquel noviembre que sentí los colmillos de tu ausencia. Lo anterior fue
En un charco relleno de silencios, de avestruces tomándose medidas, esas motas de polvo hacen un pulso con el ego en el filo de la lengua. El chisme
Luciérnaga del frío, que asedia a su presa luminiscente engaño… la inocencia. No es letal el mordisco, que a la bestia despierta en un duelo caníbal de crisálidas
En la última estación de este silencio con la sangre aún candente entre las vías se retuerce un bostezo entre butacas. Mariposas traviesas son las musas en el
Este fondo que es falso de mi armario arde en llamas por culpa de mis versos guardan cola en espacios tan adversos esos fatuos no tienen escenario. Voces
Cada vez que me enfrento al folio en blanco surgen palabras. Vuelan por sí solas, se comportan igual que aquellas olas. Sí me ocurre, me siento en ese