
Maternidad. Acuarela de Silvya. Hospital de Santa Lucía. Cartagena.
Con el frasco de emociones tieso por vacío
todas esas voces hablan en esperanto
callosas alegrías que hoy no lo son tanto
Sin oxígeno que respirar cambió el final.
No dijo adiós. No encontró su lugar
No se quiso quedar,
papel mojado en un charco.
Se borró la tinta y solo ve el blanco.
Ordenó sus cosas salió a pasear
aprendió el valor de lo callado.
Y es que no hay repuesto
ni existe un recambio.
Ahora sabe amar,
no le importa llorar,
descubre la luz tras el llanto.
Bravo!!!!!
Gracias. Un abrazo.
Debes de darle la máxima publicidad posible a tus poemas. (En muchos casos son versos, y bien sabes tú que los versos son los cañones de disparo certero)
Muchas gracias por tus palabras ✍