Por eso escribo

Tulipanes. Acuarela. Hospital de Santa Lucía. Cartagena.

Escribir para decir aquello que amas

Escribir para soñar en voz alta

Escribir para reinventar un mañana

Escribir para estar a tu lado cuando callas

Escribir para que crezcan otras almas

Escribir para sentir esa llamada

Escribir para olvidar las heridas que no sanan

Escribir para achicar el agua

Escribir para iniciar un viaje cada día

Escribir para que prendan las llamas

Escribir para vivir otra galaxia

Escribir para aprender mis faltas

Escribir para enfrentar los egos

Escribir para comprenderte y comprenderme

Escribir para olvidar el dolor de unas palabras

Escribir para saberte cerca

Escribir para viajar a un país en calma

Escribir para asomarse a la ventana en otros ojos

Escribir para amarte en mil instancias

Escribir para dejar hablar al silencio

Escribir para sentirte a pesar de las voces

Escribir para escucharme y darte las gracias

Escribir para volar contigo en unos versos

Escribir para aflojar la carga

Escribir para soñar descalza

Escribir para acompañarte al café

Escribir para impulsar tus ganas

Escribir para juntar todas mis cartas

Escribir para borrar las voces que dañan

Escribir para jugar otra mirada

Escribir para oírte y oírme

Escribir para hablar entre líneas

Escribir para acallar el mal hay marejada

Escribir para sanar sin falta

Escribir… aún sin ganas.

2 comentarios en “Por eso escribo”

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