En el territorio inhóspito de lo inhábil
de las palabras malgastadas
en donde coexisten el todo y la nada
en el cielo de un submundo inerte
en que se unen lo humano y lo celeste
en las alas cubiertas de
sangre
habita la muda de un ángel.
Allí donde la luz de las hortensias es blanca
donde el colibrí custodia el
alma;
siempre encuentro mi
talla…
Allí, ahí, aquí, ahora, cerca y lejos
son la misma cosa
el valor del tiempo… el segundo
es en este instante que me salvas
la esperanza reviste mi alma
vivo con tus alas
Gracias.
Gracias a ti por deleitarnos con tus versos, que son preciosos y siempre inspiradores
A ti siempre.
Abre tus alas. Sigue tu instinto y no pares de hacer poesía. Sé como el colibrí. Hermoso poema, María Jesús.
Muchas gracias por detenerte. Un abrazo.
donde el colibrí custodia el
alma;
Muchas gracias.