A la hora en que el mundo se echa a dormir
y las flores se cierran
En el bosque de tus ojos un claro
en la mar una promesa.
Hay copas como hipérboles de sueños
hierve sabia en mi corteza.
En la orilla coquetean unas flores
mientras juegan las abejas.
En mi techo se buscan dos estrellas
a una se le escapa un nombre
el aire murmura entre los silencios
el alma prepara el vuelo.