(I)
Añoro
aquel momento
qué rápido ha pasado el tiempo.
La risa silenciosa del espejo
me falta aquel reflejo de ayer
el de aquella sonrisa, que soñaba en silencio
no sabía del miedo, el terror que contengo.
(II)
La mina
negra del lápiz
deja una sombra en el cuaderno
cuando esbozo las líneas de mi cara.
Esa mancha del dibujo me muestra
que soy la misma duda, esa vieja incerteza.
Aún uso gafas rosas, aquella inocencia.
(III)
No encajo
sigo sin sitio
entre gentío… marabunta
insisto otra vez y no corrijo.
Me agarro como lapa al cariño
repongo la mejilla, la herida no hace costra
y de nuevo reincido, otra vez en lo mismo.
(IV)
La imagen
se distorsiona,
el pánico me paraliza.
Sumida entre antiguas cenizas
rebusco en el baúl de los perdidos.
Tras evaluar los daños, me doy más colorete,
me pierdo entre la gente, en busca de esa niña.
Me has dejado sin palabras
Esa es la magia de la poesía… Gracias mil.