Emociones

Detalles marinos hechos en forja. Las Sirenas. La Manga del Mar Menor.

Escenas, imágenes del pasado que permanecen ancladas a mi retina. No por su estética ni sus protagonistas, sino por las emociones que provocan. En su mayoría son metáforas duras y, sí, ¿por qué no lo decirlo?, malditas.

Cuando las pienso por dentro me remueven y escapan las lágrimas; me acongojan en cuestión de segundos, el dolor se hace agudo. Siento que me falta el aire, necesito respirar, y cada vez más lento, para alentar mi espíritu tocado en lo más profundo por esa vivencia. Igual que entonces me torpedean adentro, como logra Munch con ‘El Grito’.

Siguen vivas, arrinconadas o sepultadas entre recuerdos selectos de mi memoria, historias que no formatean ni con la más célebre ‘tajá’. Ahí están, vivas, inalterables, fantasmagóricas … Nadie puede vivirlas a mi modo ni con una intensidad similar.

Se puede imaginar o recrear un sentimiento, más jamás sabrá igual cuando no es conocido, es decir, que no precisamos de dramaturgia para entrar en situación ni captar su esencia, como el actor que se viste, pinta su cara, camina virado o se atusa el pelo. Nunca pueden ser iguales y ahí es donde radica la magia y la fuerza de esas instantáneas, recuerdos aún vivos en mi ‘yo’ más interior.

Se trata de pequeñas lascas, retazos de vida. Para bien o para mal forman parte la cara íntima de tu personalidad. No las compartes con nadie no por macabras, sino porque consideras que son material vedado para el respetable. Forman parte de una historia de vida, toda una trayectoria modelada por acciones externas y, también internas, que han dejado una marca en tu alma. A veces su huella puede ser un bello descubrimiento, aunque no suele ser el caso.

Una vez escuché en una película una frase que me viene ahora a bocajarro. “Recordarás más aquello que quieras olvidar”. Es verdad y duele admitirlo. Sentir esas heridas aún latentes pese a los años es doloroso, pero hay que procesarlas con la elegancia de la experiencia. Saber sortear sus demonios y salir airoso en el trance. Es la vida …, y ¿qué sería la nuestra sin esas emociones?

Machado me apunta “… y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar …”. Ojalá fuera así de fácil, pero es un poco más complejo, es mi vida y, también la tuya. Existencias únicas e incomparables, cada una con su propia esencia y sus batallas, aquellas que empezaste a lidiar en tu niñez cuando aún no sabías lo que era amar ni habías sentido en tus carnes la maldad.

15 comentarios en “Emociones”

  1. Me ha resultado muy emocional por la descripción que has relatado sobre las frustaciones y los miedos del ser humano por todas las etapas de su vida. Un gran besazo y un abrazote gran Oceanista literaria.

  2. Hermoso y profundo. Me ha hecho pensar y recordar cosas que me gustaría olvidar.
    “Recordarás más aquello que quieras olvidar”. Gracias por esta afirmación. Recordando esos momentos nos mantenemos en alerta, aprendemos de nuestros errores, y de las ocasiones que dañaron nuestra alma.
    Somos seres imperfectos, cometemos muchos errores, pero estamos llenos de magia. Nuestra esencia nos hace únicos.

  3. Como siempre precioso relato, siempre se dice que nuestro cerebro tiende a atenuar los recuerdos negativos, señal de instinto de supervivencia, pero es verdad que es difícil, es como la espina del erizo clavada en nuestro pie, que de vez en cuando nos recuerda que ahí está , recuerdos que modelan nuestra vida al fin y al cabo…

  4. Magnífico texto, María Jesús. Tal y como dijo Maya Angelou, “la gente olvidará lo que dijiste, olvidará lo que hiciste, pero nunca olvidará cómo les hiciste sentir”.

  5. Es un bello poema en el que relatas experiencias de dolor. De ese dolor, si podemos interpretarlo, puede surgir la fortaleza y el aprendizaje en esta escuela que es la vida.

  6. Es increíble la manera en que escribes. Me envuelves en cada palabra, en cada coma, en cada carácter, en cada respiro. Tienes un corazón muy grande y estas son las consecuencias de ello. ¿Qué te digo? Si te digo que me encanta, me quedo corta. Dibujas los sentimientos tal y como son… Eres muy grande, no lo olvides nunca.

  7. Gran texto, compi. Emocionalmente es duro, sin embargo muy reconfortante. Me ha encantado sentir cada palabra y has hecho que recuerde cosas.

    Un beso enorme, y lo conseguirás.

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