La luna en la ventana,
la pasma en las esquinas,
silencio de estertores,
se mueve la vida.
Fatal tragicomedia,
mordisco letal de bambalinas.
No hay luna ni noche ni estrellas,
los segundos se agotan;
entre las manos el tiempo,
filamentos de vida.
Suspira el destino…
la vida se toma un kit-kat.
Me gusta muchísimo lo del kit kat!
Sí, tiene muchas connotaciones dulces… Besos.
Muy bonito, María Jesus. Me encantó. Gracias.
A ti por pasarte y comentar. Un abrazo.
Qué maravilla, me encanta 🥰
Gracias por detenerte y dejar tu comentario.