Ese abrazo eterno
abierto de par en par para mí.
Siento tu esencia en el aire cuando mi mente está contigo.
Dulce y amarga a la vez.
Fiera y cachorro.
Tu sangre en mis venas. Tus palabras resuenan en mis oídos cuando busco el consejo altruista, esa preciada respuesta del alma.
Doctora o humilde.
Fregona, mujer y, sobre todo, humana.
Y olé
Gracias. Oh capitán, mi capitán.
Solo te diré una cosa: ¡Wow!
Gracias.
Muchas gracias por esta reflexión tan bonita. Un abrazo muy fuerte
A ti por dedicarme este tiempo. Saludos.
Que cierto y q bonito
Encantador. Me pareció maravilloso ✨
Mil gracias.
Muy bonito.
Gracias,como siempre es un placer leer tus relatos.
A ti siempre por compartir conmigo tu tiempo en mis letras. Muchas gracias.