En un charco relleno de silencios,
de avestruces tomándose medidas,
esas motas de polvo hacen un pulso
con el ego en el filo de la lengua.
El chisme no es tendencia
y el ser humano… anécdota.
Se declara el nudismo en el corral,
eclosionan las voces sin latidos,
esqueletos sin eco en otros tiempos
que hoy provocan arritmias en la mente.
Psicofonías yermas
en un mar de sonidos.
En el lodo con la mente al vacío
(re)chequeo lo oído en esos fangos,
me repliego a limpiar mi propio barro
en mi carta de ajuste sin más ruido.